Se denomina Enfermedad
Profesional a una enfermedad producida a consecuencia de las condiciones
del trabajo, por ejemplo: neumoconiosis, alveolar alérgica, lumbago, síndrome
del túnel carpiano, exposición profesional a gérmenes patógenos, diversos tipos
de cáncer, etc. En España, a efectos legales, se conoce como enfermedad
profesional aquella que, además de tener su origen laboral, está incluida en
una lista oficial publicada por el ministerio de trabajo dando, por
tanto, derecho al cobro de las indemnizaciones oportunas. La disciplina
dedicada a su prevención es la Higiene industrial, mientras que
la Medicina del trabajo se especializa en la curación y
rehabilitación de los trabajadores afectados.
Tomado: http://salud.discapnet.es/Castellano/Salud/Prevencion_Riesgos/Enfermedades/Paginas/default.aspx
Cáncer Laboral
El cáncer se ha convertido en las
últimas décadas en uno de los principales problemas de salud de nuestro
entorno. En la actualidad en países como EE.UU. se espera que casi uno de cada
dos hombres y más de una de cada tres mujeres sean diagnosticados de cáncer en
algún momento de su vida.
Los cancerígenos laborales ocupan
un puesto especial en la identificación y prevención de todos los tipos de
cancerígenos humanos. Han sido de los primeros en identificarse como causantes
de cáncer y aún actualmente constituyen una proporción importante del total de
cancerígenos reconocidos. Su importancia en el crecimiento de la frecuencia del
cáncer es pues determinante, constituyendo además un tipo de factor de riesgo
potencialmente prevenible. Es importante detectar e identificar los
cancerígenos de origen laboral, para poder establecer medidas de protección.
Los beneficios de la identificación y actuación sobre dichos cancerígenos no se
limitan al ambiente laboral, ya que la población general está igualmente
expuesta a estas sustancias (p.e. benceno, amianto, escapes de motores diésel,
etc.), al igual que a muchos otros contaminantes de origen laboral.
Trastornos musco-esqueléticos

Entre las personas en edad
laboral, las afecciones músculo esqueléticas, especialmente el dolor de espalda
y los dolores no específicos en general, constituyen una causa corriente de absentismo
laboral y discapacidad laboral de larga duración y, por consiguiente,
representan tanto un grave problema para las personas afectadas, como enormes
consecuencias económicas para la sociedad. Este tipo de discapacidad física es
más frecuente en las mujeres y en grupos de edad avanzada.
Enfermedad de los pulmones
La exposición repetida y
prolongada en el trabajo a ciertas substancias puede provocar un conjunto de
enfermedades pulmonares cuyos efectos permanecen incluso después de que esa
exposición termine. Algunos trabajos debido a los materiales que se manejan, al
tipo de trabajo o al ambiente en que se desarrollan, suponen un mayor riesgo para
las enfermedades profesionales pulmonares que otras. Los mineros de carbón son
el caso más conocido de este tipo de enfermedades, pero no son los únicos. Por
ejemplo, trabajar en un garaje o en una fábrica textil expone a la persona a
productos químicos peligrosos, polvos y fibras que pueden provocar problemas
pulmonares de por vida si no se diagnostican y tratan correctamente. Las
diferentes sustancias que pueden afectar a los pulmones en un ambiente laboral
se clasifican según su origen en polvos orgánicos e inorgánicos.
Pérdida de audición

Tono
Duración
Variaciones en el tiempo
Forma de presentación
Desde un punto de vista legal,
los efectos nocivos del ruido comienzan por encima de los 85 decibelios. A
partir de este nivel se aplica en el mundo laboral la legislación referente a
medidas tendentes más a la protección ante el ruido que a eliminarlo. Cuando se
superan los 80 decibelios y la exposición se prolonga durante años, como sucede
en algunas empresas, el oído se va dañando de forma casi imperceptible, y quien
sufre ese ruido se vuelve duro de oído, para terminar padeciendo una sordera
cada vez más acusada a las frecuencias agudas y a las frecuencias
conversacionales. Se trata de un proceso que conduce irreversible mente a la
pérdida de la audición, ya que no existe tratamiento. Estas personas precisan
que se les hable más alto cada vez, no oyen el timbre de casa o el teléfono,
suben el volumen del televisor y de la radio con la consiguiente molestia para
los demás, y escuchan zumbidos en los oídos, denominados acúfenos, que pueden
ser molestos e incluso alterar el sueño de quien los padece.
pero que se demuestre la relación
de causalidad con los factores de riesgo ocupacionales, será reconocida El
Decreto determinó que en los casos en que una enfermedad no figure en la tabla,
como enfermedad laboral, conforme lo establecido en las normas legales
vigentes.
La tabla de enfermedades se
actualiza cada tres años, atendiendo los estudios técnicos financiados por el
Fondo Nacional de Riesgos Laborales para prevenir enfermedades en las
actividades laborales y por grupos de enfermedades para determinar el
diagnóstico médico en los trabajadores afectados.
Grupo I Enfermedades infecciosas
y parasitarias
- Enfermedades no
malignas del sistema hematopoyético
- Trastornos mentales y
del comportamiento
-Enfermedades del sistema
nervioso
- Enfermedades del ojo y
sus anexos
- Enfermedades del
sistema cardiovascular y cerebro-vascular
- Enfermedades del sistema
digestivo y el hígado
- Enfermedades de la piel
y tejido subcutáneo
- Enfermedades del
sistema genitourinario
- Intoxicaciones
- Enfermedades del sistema
endocrino
http://salud.discapnet.es/Castellano/Salud/Prevencion_Riesgos/Enfermedades/Paginas/E_L_enfermedad_4.aspx
http://salud.discapnet.es/Castellano/Salud/Prevencion_Riesgos/Enfermedades/Paginas/E_L_enfermedad_4.aspx
No hay comentarios:
Publicar un comentario